Gumersindo Carrasco fue declarado ganador en una pelea que perdió ampliamente. Su gente generó violencia y los jueces, bronca.
Por Andrés Mooney
Se la promocionó como “La pelea del año”. Era duelo de invictos, de noqueadotes, y suscitó gran expectativa. Había real equivalencia pero el favorito era uno. En Mendoza, con la televisión, Gumersindo Carrasco tenía la fiesta armada para sumar un nocaut más a su impecable record (12-0-0 12 K.O.). Se subestimó a un Bonanni que, más allá de su condición de invicto, creyeron que sería endeble y caería ante la potencia del ex integrante de la selección nacional.