Sergio Martínez está considerado como uno de los tres mejores boxeadores de todo el mundo. Hoy, luego de sus contundentes actuaciones, nadie parece querer enfrentarlo.
Por Andrés Mooney
Hay quienes hablan que el próximo rival del quilmeño podría ser Miguel Cotto. El boricua hilvanó dos triunfos consecutivos en peleas titulares (ante Yuri Foreman, y con el experimentado Ricardo Mayorga), luego de la paliza que le propinó Manny Pacquiao en 2009. “Junito” es rey en la división de los mediano junior por la Asociación Mundial de Boxeo (A.M.B.) y cuenta con un récord de 36-2.
Otro que es postulado como posible contendor de “Maravilla” es el irlandés Andy Lee. El zurdo que ganó antes del límite en una pelea agónica en el mismo festival que Martínez-Dzinziruk, sonó fuerte para ser quien intente detener al extraordinario pupilo de Gabriel Sarmiento el 9 de julio. Lee tiene un palmarés de 25-1 y no ha enfrentado a rivales de renombre.
Además se escucharon Julio César Chávez Jr. y Floyd Mayweather Jr. El primero de ellos deberá superar antes a Sebastian Zbik, en el compromiso que afrontarán en junio por el título regular del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), galardón que perteneciera a Martínez y Sulaimán le canjeara por el de diamantes para acercarlo al “Junior” al campeonatp mundial. Con el segundo, dicen que es posible la pelea pero recién cuando se esté yendo el 2011. En ése duelo del ranking “Libra por libra”, es Floyd quien más se acerca a dirimir con Sergio el segundo lugar (el primero está reservado para Pacquiao, con quien el promotor de “Maravilla” Sampson Lewkowicz dijo “olvídense”), en peso a pactarse: Mayweather fue campeón mundial mediano liviano, aunque su peso natural sea el de las 147 libras; allí podría arreglarse un peso intermedio entre las 154 y las 160 libras (superwelter y mediano, respectivamente), puesto que Martínez no vería con buenos ojos bajar a los 69, 853 Kg.
Son nombres que se barajan, y negociaciones que comienzan. El dinero, el orgullo, y el prestigio, son algunos de los factores que intervendrán al momento de saber quién será el próximo rival del mejor argentino en, por lo menos, los últimos 20 años.
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