“La Tuti” demolió a la cordobesa en ocho rounds. Con valentía, no alcanzó para incomodar a una brillante campeona mundial.
Por Andrés Mooney
En la previa, más allá de la diferencia en experiencia, actividad, continuidad y jerarquía, algunos decíamos: “Puede ser una rival, al menos, molesta para Bopp”. No porque pensáramos que la pelea tuviera una concreta equivalencia (una campeona mundial que llegaba con record de 14-0, ante una recién consagrada titular nacional, de palmarés 3-2 sin técnico -nada menos que Carlos Tello- en su esquina por cuestiones de salud), sino porque Romina podría encontrar ventajas desde lo físico con su mayor alcance de brazos, altura, y una respetable pegada y resistencia al castigo.
Los papeles esperanzadores, positivos, hubo que hacerlos un bollo cuando Yésica se soltó: a partir del segundo round comenzó a distribuir sus envíos, le imprimió un ritmo de pelea difícil de acompañar y dominó la distancia pegando y saliendo intacta en cruces, ejecutando verdaderas exhibiciones de boxeo. La nacida en Wilde no la respetó a Alcántara y, a pesar de ésta asimilar golpes, la demolió dejando a la del Polideportivo Corral de Palos sin físico ni potencia en sus manos para dar vuelta la historia.
El árbitro Eduardo Martínez detuvo acertadamente la pelea, que bien podría haber sido parada un tiempo antes donde era ya un monólogo de Bopp -con una caída en el séptimo incluida- y sólo un milagro hubiera dado el triunfo a la esposa de Hugo “Polvorita” Gómez.
“Chapita”, “Turca”: teléfono
Más allá de la diferencia entre Bopp y Alcántara, “la Romi” demostró su valentía haciendo un digno papel ante una rival que pide a gritos oponentes "clase A": entiéndase la armenia Susi Kentikian o, por qué no, hasta la mejicana Ana María Torres. Romina Alcántara dejó en claro que puede ser un serio escollo para muchas. Carolina “Chapita” Gutiérrez y Carolina “la Turca” Duer, tienen ahorrados vuelos de avión y estadías en hoteles, con una Alcántara capaz de empañar la noche ideal de cualquiera menos de, quedó claro, Yésica Yolanda Bopp.
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