Carlos Irusta, vía ESPNdeportes.com, entrevistó al rosarino a horas de su combate y nos regaló esta gran nota:
"El Mundo va a tener que hablar de mí"
Iron Luján enfrentará al invicto de Filadelfia Mike Jones el sábado en el Madison.
Arrogante, profesional, bravo y
áspero, Sebastián Luján tiene varios amores, pero hay dos fundamentales: el
boxeo y los colores de Rosario Central, ciudad en la que nació hace 31 años.
Para muchos, es uno de los boxeadores argentinos que lleva más tiempo esperando
una oportunidad real: nos incluimos. Bueno, ahora le llegó el turno, ya que el
sábado 3 de diciembre, enfrentará al invicto de Filadelfia Mike Jones, en una
eliminatoria de peso welter de la
IBF. Será una de las peleas complementarias del combate de
fondo entre Miguel Cotto y Antonio Margarito.
Desde Nueva York, adonde llegó el
lunes, el rosarino desborda optimismo y respeto.
"Viajamos con mi entrenador
Carlos Alanis a Temoaya, México, el 24 de octubre, y estuvimos 18 días
entrenando en el Centro Ceremonial Otomí, que está a cuatro mil metros de
altura. Y estuve guanteando con todo el equipo de Antonio Margarito: Brandon
Ríos, Jean Love y especialmente Jesús Soto Karass, que peleó dos veces con Mike
Jones, así que se muy bien lo que me espera. Jones es rápido, es veloz, tiene
una buena izquierda, pero... vamos a ver qué pasa cuando le acorte los caminos,
le cierre el ring y le meta las manos al cuerpo".
De Temoaya, el equipo pasó luego
a Los Angeles. En Maywood, se entrenaron con los Ponce de León, Geovanni Segura
y guanteó, entre otros, con John John y Carlos Molina.
"Acá no va a haber excusas.
Yo, como siempre, estoy seguro de que gano, y de que después del sábado el
mundo va a tener que hablar de mí, pero Jones es un buen boxeador, es muy
difícil. Encima, los jueces lo protegieron bastante, porque especialmente en la
primera pelea que hizo con Soto Karass, en el semifondo de Pacquiao-Margarito,
para mí había ganado el mexicano. Pero bueno, esto es el boxeo, ya sé lo que es
pelear de visitante, hay que ganar dos veces: primero en el ring y después a
los jurados y no dejar ninguna duda, y para eso estoy: si gano el sábado, se me
abren todas las puertas y no voy a dejar pasar de largo esta chance".
Resumamos: Luján, llamado primero
"Pimienta" y luego "Iron", suma 46 peleas profesionales,
casi el doble de Jones, quien a los 28 años, lleva 25, todas ganadas con 19 KO.
Luján ganó 38 (24 por KO), perdió 5 y empató 2. Viajó de apuro a San Antonio,
Texas, y noqueó en forma espectacular a Mark Jason Melligen. A Emilio Julio
Julio lo hizo abandonar en 7; a José Luis Castillo le dio una paliza y le ganó
por puntos; prácticamente retiró del boxeo a Walter Matthysse y cuando tuvo la
oportunidad mundialista WBO en las 154 libras , cayó por puntos contra Serhiy
Dzinziruk, totalmente desteñido y sin fuerzas después del quinto round.
"Sí, pero eso fue en el 2006, y en una categoría diferente. Yo soy
naturalmente un 147. Hoy tengo una experiencia mayor y sé que el tiempo que se
va, no vuelve más", afirma Luján, quien le hijo una gran pelea a Antonio
Margarito en el 2005, cuando cayó por KOT en 10 con una oreja totalmente
partida en dos.
La pelea del sábado, en el
Madison, volverá a reunir en un ring a Antonio Margarito y Miguel Cotto:
"Espero mirarla ya con el triunfo en mi poder, para pelear con el ganador,
si se puede. Yo creo que puede ganar Margarito y me gustaría mucho, porque más
allá de haber guanteado con él y todo, me gustaría borrar aquella derrota. Pero
también es cierto que estoy ligado a Francisco Espinoza, el manager de
Margarito, quien puso todo, absolutamente todo a mi disposición, incluyendo un
Mini Cooper que mi manager Carlos Alanis utilizó para mostrarme todo Los
Angeles. Pero... el boxeo es así, una profesión y yo quiero ganarle a Jones y
luego, que venga el que quiera".
Luján tendrá que acortar el ring,
trabajar mucho al cuerpo y rotar la cintura, para provocar la pelea corta y
áspera ante un boxeador ligeramente elusivo, que prefiere bailar de lejos. Para
el argentino, la pelea corta es algo tan normal como estar en el living de su
casa, pero sabe que tendrá que ejercer una gran presión. Estarán en juego,
además, las coronas NABA y NABO (WBO) de la categoría welter. "Me juego la
vida y el futuro y he trabajado mucho para esto. Además, pelear en el Madison y
con un invicto, es todavía un desafío mayor; soy rosarino, así que me agrando
en las difíciles. El sábado van a ver", promete.
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