Yamil Peralta apareció por la zona mixta sin
entender lo que había pasado. Le zumbaban las ideas luego de perder ante el
búlgaro Tervel Pulev por 13-10, por los cuartos de final, y quedarse sin la
medalla de bronce, que se habría asegurado si ganaba. El fallo no estuvo exento
de la polémica que rodea al boxeo olímpico: los jueces vieron empate en el
primer round (el búlgaro fue claramente superior) y le dieron el segundo y el
tercer asalto al pugilista europeo, aunque Peralta tuvo la iniciativa y
consiguió que varios golpes llegaran a destino.
"No sé si el fallo estuvo bien o mal. Los jueces son
los que deciden. Me ganó y ahora hay que seguir adelante", dijo con
diplomacia el boxeador nacido el 16 de julio de 1991 en San Miguel. Y agregó:
"No sé lo que me faltó. Si no gané fue porque me faltó algo. No me di
cuenta de que estaba abajo en el marcador. Yo sentí que marqué golpes también
en el último asalto y no vi que él me haya marcado más golpes que yo. Pero la
decisión ya está dada. Ya no puedo volver atrás", se lamentó el argentino,
quien había derrotado en su primer combate al argelino Chouaib Bouloudinats por
13-5.
El entrenador de Peralta, Sarbelio Fuentes, también dio sus
sensaciones sobre la derrota: "El combate fue bastante deslucido por ambas
partes. Y una de esas partes (el búlgaro) supo aprovechar la situación mejor
que la otra. El segundo asalto fue decisivo. Yamil puso unos buenos golpes,
pero le faltaron algunos elementos. Después no le alcanzó el tiempo y la
cantidad de puntos. En el último round se hizo el esfuerzo, pero el pleito ya
estaba resuelto", explicó el adiestrador cubano. Sobre el futuro de su
pupilo, Fuentes añadió: "Yamil aguanta otro ciclo olímpico porque es joven
[tiene 21 años], pero es algo que todavía no hemos hablado. A los pesos grandes
hay que trabajarlos mucho", razonó Fuentes.
A las explicaciones de Fuentes sobre la derrota hay que
añadirles el mayor oficio del boxeador búlgaro. A sus 29 años, fue muy hábil
para abrazar al argentino cada vez que se encontró amenazado y así neutralizar
sus ataques. Además, Pulev tuvo inteligencia para atacar y llevar la iniciativa
de la pelea. "Yo soy mejor que él, pero me ganó con viveza", sostuvo
Peralta aun en la derrota. Y explicó: "Es una persona grande, con
experiencia, y ésas son cosas que se pueden ir mejorando".
Pese a la caída, Peralta sacó fuerzas para ilusionarse con
su futuro. Seguro de sus condiciones, no dudó un instante y se ilusionó con una
revancha olímpica: "¿Si en cuatro años voy a tener una medalla? En mucho
menos. Los voy a matar a todos. En mucho menos de dos años".
No hay comentarios:
Publicar un comentario