Por Andrés Mooney
Fotos: Chris Farina/Top Rank
Comenzó la guerra. Y dio inicio tal como se la esperaba, con
el trash-talk (insultar, “hablar basuras”) a todo vapor: uno prometiendo una
paliza, el otro asegurando que brillará. Se miraron feo, fieles a las exigencias
de estas ruedas públicas que, claro está, lo que pretenden es eso: avivar el
fuego entre los competidores y que millones de fanáticos no vean las horas de
tener a sus admirados sobre el entarimado. Los primeros cartuchos se arrojaron
en Los Ángeles, pero seguirán: mañana, en Las Vegas; el jueves, en Nueva York;
y culminaría (aún no se confirmó) el martes, en Ciudad de México.
Apenas finalizado el compromiso mediático, Sergio Gabriel Martínez se juntará en Oxnard
(California) con Pablo Sarmiento, su entrenador, para consolidar esa dupla de
trabajo que tanto éxito logró desde la primera batalla con Paul Williams hasta esta parte. El tramo duro de la preparación viene ahora. Atrás quedó el Bailando por un Sueño, la agitada visita
por los medios argentinos y todo eso que Maravilla
disfrutó en estos meses por nuestro país. En California lo esperarán las
bolsas, las manoplas, el ring, los contados rounds de guanteo, y la primera enemiga
a vencer: la balanza.
Martínez ya está en el tren que tanto soñó: ese que lo
dirija a la gloria, el que le dé la posibilidad –solo eso, la chance, porque
como siempre dijo: “No quiero las cosas en bandeja; solo denme la oportunidad-
de quedar en la historia. Porque si supera al hijo del gran Julio César, será
casi imposible que su añorada meta le sea esquiva: tener frente a frente a
Floyd Mayweather Jr. o, en su defecto, a Manny Pacquiao.
Las entradas, desde mañana. Podrán adquirirse en el propio
Thomas and Mack Center o en el sitio Web www.unlvtickets.com.
Los precios de los tickets serán de 600, 400, 200, 100, 75, 50 y 25 dólares.
Cara a cara.
Sergio Gabriel Martínez, 37 años, cuenta con un record de 53
peleas con 49 victorias, 2 derrotas e igual cantidad de empates. 28 veces
definió antes del límite y una vez cayó por la vía rápida. Mide 1,78 metros y cuenta un
interesante alcance de brazos de 1,91 metros . Fue campeón mundial superwelter y
mediano.
Julio César Chávez Carrasco, 26 abriles, ostenta un palmarés
de 48 presentaciones y marcha invicto con 46 triunfos, sin reveses, un empate y
un combate sin decisión. Es amigo del nocaut: en 32 oportunidades triunfó por
la vía del cloroformo. Más alto que el argentino, mide 1,83 metros , pero no
las tiene todas a su favor. Pese a su altura, cuenta con menos largo de brazos:
1,85 metros .
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