El filipino le dijo "no" a una pelea con Guillermo Rigondeaux, y puso como ejemplo de duelo aburrido el combate sostenido ante el Huracán.
Por Andrés Mooney
La historia comenzó cuando el Chacal cubano, tras su debut como fondista en Las Vegas, anunció que quería tener en frente a Nonito Donaire. El excampeón olímpico en Sidney 2000 y Atenas 2004, a pesar de su unificación AMB súpergallo y el boxeo explosivo que muestra en cada presentación, no enamoró a los especialistas en la materia. El haber llegado al cinto mundial con solo ocho peleas y la escasa oposición que tuvo el cubano en Rico Ramos hicieron eco, también, en el Filipino Flash.
"Guillermo está al final de la lista. Cuando subí de categoría lo hice para pelear con Toshiaki Nishioka y Jorge Arce. Aún no me impresionó hasta el punto que me hierva la sangre y quiera saltar al gimnasio a entrenar. No quiero volver a tener otra pelea como la de Narváez, donde los fanáticos pagaron para verme y luego no hubo acción".
Fuente: Boxing Scene
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