Por Andrés Mooney
César René Cuenca (42-0-1-1 1 K.O.) por fin tendrá la posibilidad que tanto espera (y merece): peleará por un título mundial. El chaqueño discutirá el cinto OMB interino de los superligeros con el mexicano Juan Manuel Márquez (53-6-1 39 K.O.), el sábado 21 de abril en tierra azteca.
Casi diez años de profesionalismo, invicto, zurdo, welter junior, argentino, y la chance no llegaba. ¿Qué más debía hacer para ganar el derecho a una pelea mundialista? Pegar. El mercado exige el nocaut, la sangre. Se premia la guerra y se castiga el arte. El Distinto tiene cada movimiento estudiado, cada golpe pulido, elegido con sobrado fundamento, pero no hace daño.
- ¿Hay algún boxeador argentino que te guste en particular?
- Siempre hablé bien de Cuenca. Cuando tenía 6 combates lo vi y a partir de ese momento dije: este chico va a llegar, no sé si va a ser campeón del mundo, porque no es fácil. Le pasa lo mismo que a mí: los que no pegamos tenemos que trabajar el triple. Y la gente tiene un concepto del boxeo a veces patético. y lo siento por el que se sienta tocado. Cuenca sube a boxear los 12 asaltos, y sube a ganar los 12 asaltos. Sube, gana y se va. Yo sé que va a llegar, va a tener la chance porque no lo golpean y es un boxeador muy completo.