Por Andrés Mooney
Cuando el sábado, en el Alamodome de San Antonio, Texas, Marco Antonio Rubio (53-5-1 46 K.O.) intente quitarle el invicto a Julio César Chávez Jr. (44-0-1 31 K.O.), no sólo estará en juego el título mediano del CMB, sino algo más complejo: el respeto del público por el hijo del César del boxeo mejicano. Es que el no pelear con Sergio Maravilla Martínez, el fiel respaldo de Don José Sulaimán, y el cuidado de Bob Arum, hicieron que muchos consideraran a Chávez Jr. un campeón ilegítimo.
Foto: German Villasenor |
Fanáticos -y gran parte de la prensa especializada en México- piensan que el Veneno acabará con Chávez Jr. y, a decir verdad, se están frotando las manos para que ello ocurra. Aquí, en Argentina, a pesar del sentimiento encontrado con Julito por tener el título que debería ser de Sergio Martínez, los periodistas (casos tales como: Carlos Irusta, Silvana Carsetti y Sebastián Agustinelli) entendidos en la materia ven como favorito al Junior.
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